Las compes no me motivan. Ni se me dan bien. Por eso nunca
voy. Los Opens los encuentro mucho más divertidos. Aunque tampoco nunca voy,
por dos motivos: me suelen coger lejos de casa (y para hacer kilómetros soy más
vaga que los reyes magos, que solo trabajan una vez al año y encima es mentira)
y, sobretodo, me suelen venir mal por fechas, o son en verano (y ya sabéis que
la roca incandescente no la cambio por nada) o me cogen en pleno ciclo de sadoentreno.
El 1er Open del Boulder Indoor Lleida celebrado este finde ha sido la excepción.
Me cogía en una radio de Km’s aceptable y me iba perfecto para ponerme a tono
después del parón vertical anual.
Los 60 bloques de la mañana estuvieron logrados. Dificultad y variedad para todos los gustos. Bastante físicos las mayoría de ellos, descubrí para mi asombro que con un poco de ganas mis piernas sí saben saltar. Espero que mi tullida neurona y antilances por naturaleza haya tomado nota.
A la tarde/noche se celebraron las finales. A punto estuve
de rajarme: la cantidad ingente de mocos que me chorreaban y me martilleaban la
cabeza me decían que qué se me había perdido en una compe y para más inri, de
bloque. Cuando entré al recinto y no vi más que volúmenes y romos gigantes
pensé que comenzarían los chicos. Casi se me cae el alma a los pies cuando me
enteré que no. A medida que nos iban explicando e íbamos visualizando los
bloques, me iba acojonando más y más. Para una persona que en su vida ha hecho bloque,
hacer dinámicos y posturas del “enredos” en semejantes formas amorfas se me
antojaba más difícil que hacer gárgaras boca abajo.
El resultado fue que, independientemente de si me moví más o
menos, me lo pasé en GRANDE. El ambiente era inmejorable, y los ánimos del
público entregado (y algún que otro chivatazo) hacían que las amorforomoformas se
dejaran coger y en algunos casos resolver o casi. Personalmente agradezco lo
distendido del ambiente, y tengo que reconocer que los bloques (tanto en chicos
como en chicas) eran “hacibles”, divertidos, ingeniosos y visualmente espectaculares.
Los equipadores lo bordaron, chapeau.
Felicito también a la organización. Se lo han currado de lo
lindo. El año que viene (si para entonces se me han pasado las agujetas que
tengo en todos y cada uno de los músculos conocidos y desconocidos. De hecho,
me está costando lo suyo teclear) repito SEGURO.
Bloque 2
Bloque 3 (al que he bautizado como "la croqueta")
Boque 4
Bloque 5 (el único que encadené con facilidad)
Aunque entre una cosa y otra no pueda ni levantarme de la
cama, ha merecido la pena. Conocí además
a un grupo de chicas muy majas y fanáticas (Mari, Eva, Sarah, Ana, Cristina, Alba, MClaire, y alguna otra que seguro que olvido) (a
Sara ya la conocía de antes) con las que espero volver a coincidir.
En el podium junto a unas fuertes Mari Alarcón (1era) y Sara Aicart (2a)
Podium masculino: Cristian Gutiérrez (1ero), Chaiya Garcia (2o) y Rubén Mariscal (3ero)
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