lunes, 30 de septiembre de 2013

REPORTAJE CARLOSGRÁFICO

Quedar con Carlos Pérez (“Fotoescalador”) para hacer una sesión de fotos verticales es sinónimo de acabar con dolor de cabeza. De tanto reír :-D. Es un hacha contando anécdotas, sobre todo las que hacen referencia a sus despistes y olvidos. Y lo que os aseguro que no tiene desperdicio son los temas de conversación que se le ocurren cuando está colgado de la cuerda fija, entre foto y foto, a veces pueden ser más surrealistas que la restauración del Ecce homo. Así es imposible salir con cara de concentración o esfuerzo! jajaja

Aquí dejo unas fotos que demuestran el careto de desquicie (de risa) con que puede acabar uno después de pasar todo un día con él.


                            David, Carlos, Mar

Si su don para reír y hacer reír es más que destacable, más lo es aún su don para con la cámara de fotos. Si ya antes de coincidir por primera vez con él me gustaba su trabajo, creo que con el tiempo se ha ido superando. A fecha de hoy me declaro fan incondicional suya (de sus fotos y de su forma de trabajarlas) y para reyes le pediré  la International Climbergraphic  ;-)

Dejo aquí una muestra de algunas de las FOTAZAS que se ha currado este verano. 

Fish Eye, 8c, Oliana:



Géminis, 8b+, Rodellar:


Mind Control, 8+, Oliana:





lunes, 16 de septiembre de 2013

CALUROSA COSECHA

Cuando empecé con el blog me prometí que nunca escribiría una entrada con motivo de algún encadene. Pero como me gusta llevar la contraria incluso a mí misma, voy a hacerlo, y además sin remordimiento alguno.


Carlos Pérez (International Fotoescaladorgraphic ya!), Pedro Bergua (queremos verte en la novena dimensión ya!), David Bonavida (esperamos una pronta recuperación de tu dedo semiamputado ya!) y David (mi grigri preferido) son los culpables de que este verano haya encadenado mi primer 8c, Fish Eye, y mi primer 8c+, Mind Control.


                                                                      Mind Control

A principios de verano David B. me insistió en que fuera a Oliana. Fui y bastante antes de lo esperado me hice con Fish Eye, una vía de mi estilo 100%: continuidad, regletas netas, pasos con alternativas y variedad de pies. Con este encadenamiento me quedé más contenta que McGyver en un desguace, mi expectativa para el verano era mejorar respecto el verano anterior y ya lo había conseguido. Así que cuando Carlos y Pedro me dijeron no sé qué de la Mind Control pensé que desvariaban más que una escopeta de feria. Pero la idea ahí quedó subyaciendo en el inconsciente hasta que buscamos destino de verano. Queríamos ir al norte, pero la sola idea de tener que soportar temperaturas inferiores a 20ºC me horrorizaba más que Ana Botella “hablando” inglés. Así que sopesamos otros destinos, y por motivos verticales y extraverticales Oliana fue el que más nos convenció. Me colgué hasta donde mis flácidos dedos me dejaron, es decir, hasta su primera R (porque a partir de ahí empieza la vía jaja), la línea me encantó visualmente, vi un par de vídeos para ver cómo eran los cantos (porque lo que había visto colgada me parecían “dibujos” más que “cantos”) y me motivó lo suficiente como para no importarme salirme de la norma de aburrirme a partir de los 6-7 días de ensayo a una misma vía. Ahí es donde David jugó un papel crucial.

El resultado, además del que ya sabéis, es una tendinitis en ambos codos que cualquiera con un poco de sentido común en mi lugar pararía un par de semanas (pero yo de eso ando como de estatura, bastante escasa) y una tendinitis auditiva aguda fruto de escuchar el martilleante y continuo grito de nuestros prácticamente únicos acompañantes en el sector, las chicharras.

Las yemas también has estado al borde de sufrir una buena mutilación. Si han aguantado ha sido gracias a la Climbskin, la mejor crema regenerante que he probado (que no han sido pocas). La descubrimos justo antes de ir a Oliana y desde entonces no me he separado de ella;  las chicharras y lagartijas del sector pueden dar buena fe de ello. 




Tengo que agradecer a Eva Martos y a la revista Escalar la portada y reportaje que me han dedicado. Y cómo no a mi fotógrafo preferido Carlos Pérez por lo que se curra las FOTAZAS (en mayúsculas); sus fotos bien se merecen que haga un post aparte (prometo escribirlo antes de que acabe el año … que viene jaja)





Por último, dejo el vídeo del encadene de la Mind Control. Ya sé que es más cutre que un pijama con tirantes, pero es lo máximo que podíamos hacer contando con una cámara de fotos y un asegurador que aprovechaba los reposos para mover la cámara.