jueves, 15 de noviembre de 2012

Curiosidades y anécdotas de un viaje al RED RIVER GORGE


Hace ya días que tenía ganas de escribir este post, pero solo pensar el trabajo que me va a llevar se me pasan las ganas de repente. Empezaré diciendo que la culpa del retraso del post  la tiene el portátil, que en paz descanse. Visto lo bonito que es EEUU y el estilo de vida que se lleva allí (al menos en las zonas que visitamos) dijo “vosotros iros que yo me quedo” y así fue, justo el último día de viaje se nos murió,  llevándose con él a la tumba absolutamente todas las fotos de nuestro viaje. Ese fue el comienzo de una serie de catastróficas desdichas que nos acompañaron durante el viaje de regreso, una clara e inequívoca señal de nuestro sino de que no abandonáramos nuestro estado verticalvacacional.  Pero eso lo dejo para más adelante, empezaré explicando otras cosas menos lúgubres. (Por cierto, que no cunda el pánico, nadie sufre ilusiones ópticas, lo que veis sí son las fotos de nuestro viaje, resucitadas milagrosamente después de una delicada  -y cara- intervención quirúrgica).


No me voy a enrollar explicando cómo es yankeelandia, las 4 nociones básicas ya las sabéis todos.  Sobre sus peculiaridades y singularidades, he aquí  un pequeño recopilatorio gráfico:


Curioso "yogur" con sólo 2g de proteínas.
 Así sabía...




Más curioso aún, yogures de espinacas y cebolla!!
 (los había de todos los sabores inimaginables,
excepto naturales)

Queeeee gran descubrimiento, no sabía
que los plátanos fueran 0% grasa!!



Cómo no, estanterías y estanterías repletas
 de deliciosa comida química. Serán lo peor, pero saben hacerlas bien los jodíos!



Incomprensible que al queso le echen
colorantes para hacerlo de color
 naranja fosforito.


No es de extrañar que coman tan mal,
las tarrinas de helado gigante,
por ejemplo,  valían lo mismo
que un par de piezas de fruta.
"Galletas con saborizantes naturales y artificiales".
 Que destaquen que lleva saborizantes naturales
 es comprensible (por ser algo poco usual),
 pero los artificiales?? (como si se sintieran
 orgullosos de ello!).

             
"¿Cómo nos salva el Bautista?
 Llama al 6064649353".
 Curiosa manera de captar feligreses.

             
"Adopta una autopista. Hazla tuya".
 Pues eso, que si estáis cansados de
adoptar niños o animales, ahora podéis
adoptar autopistas también.


"Límpiese los pies para evitar la
propagación de plantas no deseadas".
 Esta gente está obsesionada con las invasiones,

aunque hay que reconocer que la idea es buena.

Semáforos "flotantes" que nos despistaban los primeros días por estar unos cuantos metros más allá de donde hay que pararse. Y cruces en donde es válido pisar líneas continuas y girar a la derecha con el semáforo en rojo.






Tampoco os voy a aburrir narrando nuestras aventuras y desventuras verticales. El sitio nos gustó, como a todo el mundo que lo visita, escalamos todo lo que la lluvia y el “frío” nos dejó (intercomillo “frío” porque lo que para mí es frío, congelación de dedos, malestar general, desmotivación y capacidad nula para encadenar siquiera quintos, para muchos es “temperatura rotpunkt”), escalamos vías que nos gustan (largas y de conti), vías que no tanto (a bloque), apretamos en desplomes, en vías más verticales, en regletas (en extensión, por cierto, si pensáis ir no os “despistéis” como nosotros y os paséis el mes anterior entrenando el arqueo jajaja qué bofetónnnnn el primer día!!), en agujeros, … Allí hay vías para todos los gustos y colores. 



Madness Cave, Motherlode.



Curiosa “librería” a media pared, con revistas y un apropiadísimo comic de superhéroes. Más curioso aún ver a gente estarse ahí 20 minutos para luego colgarse en todas y cada unas de la siguientes chapas.





Ha sido un bonito y entrañable viaje con el que justo acaba de convertirse en mi marido. Hubiera sido un viaje casi perfecto de no haber sido por lo que se complicaron los viajes de ida y vuelta:



Viaje de ida:


  • Llegamos al aeropuerto de Barcelona y nos dicen que el avión saldrá con un retraso de 2h
  • Al cabo de 1h nos anuncian que el retraso va a ser de 6. Evidentemente, el siguiente vuelo, Atlanta-Lexington, ya está perdido.
  • Mil y una llamadas, una excursión-carrera por fuera del recinto de facturación, un “señorita, cómo puede ser? usted ya ha pasado por aquí hace unas horas!” y muchos agobios  nos cuesta arreglar el papeleo con la agencia de viajes para no perder la reserva – el dinero- del coche de alquiler.
  • Una vez en Atlanta, tenemos que hacer una cola de 4 desesperantes horas para que nos den los nuevos billetes de avión y un vale para un hotel. 
  • A la  1am por fin llegamos al hotel. A las 5 am suena el despertador para volver al aeropuerto.
  • Al día siguiente sanos y salvos y con un retraso total de 14 horas,  conseguimos llegar a nuestro destino, donde nos damos cuenta que de una maleta nos han mangado el candado y estropeado la cremallera. Cosa curiosa, no faltaba nada en su interior. 

Pero este viaje de ida solo nos sirvió de calentamiento y no fue nada comparado con lo que nos esperaba a la vuelta:

  • Como he explicado nada más empezar el post, unas pocas horas antes de iniciar el viaje de regreso se nos cortocircuitó el ordenador. Alegría inmensa al ver que habíamos perdido todas las fotos del viaje.
  • Llegamos al aeropuerto y cómo no, vuelo retrasado primero 10 minutos, luego 1h, y luego 2.  
  • Estamos sobrevolando Atlanta, el avión se prepara para aterrizar, empieza a temblar como un flan y … remonta el vuelo. Nos anuncian de que el viento es muy fuerte (era el día del famoso Sandy) y que volverá a hacer un segundo intento. Con tanto movimiento me empiezo a marear (nunca me había pasado en un avión)  - como no aterrice ya, echo la pota y de paso el corazón por la boca- pienso- . Esta vez el avión no tiembla, convulsiona más que la niña del exorcista, nos cogemos de la mano y … escuchamos unos aplausos que nos demuestran que seguimos vivos (y que no éramos los únicos acojonados)
  • El siguiente vuelo increíble pero cierto, nos sale puntual. Justo vamos a embarcar y nos dicen que la maleta que llevamos como equipaje de mano no la podemos subir al avión por ser demasiado grande (mentira, cumplía las medidas exigidas en su página web, que previamente me había molestado en consultar precisamente para evitar “sustos”) y que nos la enviarán directamente a Barcelona. Nos quedamos más blancos que una geisha con gastroenteritis  y más acojonados que en el momento de aterrizar: en esa maleta va material por valor de 1300 euros, y para más inri la maleta no lleva candado (por todos es sabido la facilidad que tienen las compañías para “perder” maletas)
  • En el vuelo, pese a ser por la noche, gracias a los berridos de un crío y al pasotismo de su madre, no pegamos ni ojo. 
  • Llegamos a París con 40 minutos de retraso. El siguiente vuelo lo tenemos en justo 35 minutos y tenemos que hacer un cambio de terminal. Solución: correr sin parar. Me río yo de Usain Bolt y de la maldita Course Navette con la que aún tengo pesadillas. Casi vuelvo a echar la pota.
  • Por fin llegamos a nuestro destino. Aún nos queda otra sorpresa. Vamos a recoger las maletas y bingo! Pleno 4 de 4, no nos ha llegado ninguna, n-i-n-g-u-n-a!!!
  • Al cabo de 2 días recibimos las maletas. Pero solo 3. Adivinad cuál seguía faltando: la de mano, la que contenía más objetos de valor. Vuelve a llamar, a esperar interminables minutos de musiquita en el teléfono, y re-reclamar.
  • Por fin nos llega la valorada maleta. Con todo su contenido pero rota, una raja más que considerable la deja inútil. 
  • Por fin relajados, nos vamos a casa, donde aún nos espera una última sorpresa: la caldera se ha estropeado y hasta dentro de 2 días no nos la podrán arreglar. Si entre sueños os pareció oír gritos, sabed que fui yo cuando me metí en la ducha.


Mucho ojo con los mosquetones fijos que hay, vimos a bastante gente pasando la cuerda por mosquetones así!!




¿Nos gustaría repetir? Claro que sí. ¿Volveremos? Quién sabe, nos quedan aún tantos lugares por ver y descubrir …